martes, 28 de febrero de 2012

LA DIVERSIDAD DE LOS JUEGOS

La mayoría de los juegos se pueden utilizar para objetivos muy diversos y proponer a grupos de
niños, adolescentes o adultos, dependiendo del momento, de las características del grupo y la
intención de la educadora, maestro, animadora, profesora, etc., por ello he seleccionado algunos,
aunque hay muchos más. Espero que os gusten y os divirtáis con ellos.
1. Juegos para jugar sin pensar, (después de haberlos
jugado charlamos sobre lo qué ha pasado)
– tiza: «En el centro del corro hay un trozo de tiza, es de Ramona. Ahora le pedís la tiza a
Ramona por turno. Ella puede, cuando todos lo hayan hecho, regalársela al que la haya
solicitado más amablemente»
No es necesario que sea tiza pero da buenos resultados realizar este ejercicio con objetos
pequeños que los niños no consideren demasiado importantes.
Variación, “Negar la tiza”: En lugar de que el poseedor de la tiza tenga que entregarla a uno de
los niños del grupo, esta vez tienen que pedírsela y él negarse, “Ya sé que quieres la tiza, pero yo
quiero quedármela”. El que es objeto de la petición la niega, el que pide tiene la experiencia de
la negativa. En este caso, las negativas no son dolorosas, ya que la regla del juego descarga el
sentimiento de frustación. Es una buena oportunidad para que los niños que se han sentido
ofendidos alguna vez en su vida, puedan hablar de lo que han sufrido.
El que da tiene la sensación de ejercer una parcela de poder en la decisión. Podemos ofrecer el
papel principal (poseedor de la tiza) a niños inhibidos, con problemas de lenguaje, que disfrutan
mucho con él.
A los niños (y a muchos adultos) nos cuesta mucho formular peticiciones y, además,
fundamentarlas, nos gusta vincularlas con condiciones, incluso con chantajes. La entonación que
utilizamos es muy importante si queremos convencer al otro. Por otra parte, pedir es tan difícil
para muchas personas porque con frecuencia el que es objeto de la petición se encuentra
desvalido ante ella. “Saber decir que no” se encuentra ligado para los adultos al miedo y al
sentimiento de culpabilidad. Se excusan en lugar de negarse abiertamente.
- movimientos con globos: Se le da al grupo gran cantidad de globos. “Probad a ver
todo lo que podéis hacer con los globos”, pasároslos unos a otros, tirarlos, apretarlos para que
estallen. Todos los niños participan. Si algunos no vienen a jugar enseguida, se les entrega más
globos.
Los niños experimentan libremente con el material. Les está permitido coger los globos,
quedarse con ellos, destruirlos, jugar solos o juntos. Como cada vez estallan más globos, son
cada vez más escasos. Algunos grupos tratan al final su último globo con mucho cuidado y
entonces es cuando se llega a un verdadero juego en común.
La tarea debe realizarse sin ningún comentario. Se trata de que los niños experimenten con toda
libertad. Algunos grupos hacían estallar sus globos demasiado pronto, se comportaban
agresivamente y molestaban a los niños que tenían deseos de jugar. Después de una
conversación, en la que se les hizo conscientes de este comportamiento, poco a poco, se fueron
mostrando dispuestos a condescender con los demás niños
– abrazados: En un espacio todos los chavales corren libremente excepto uno que la “paga”,
éste persigue a los demás que, para salvarse del perseguidor, se abrazan y gritan "PAZ"... Y otra
vez a correr. Al que pille sin abrazar la paga. En lugar de abrazarse se pueden subir a caballo, se
cogen en brazos, se dan un beso, etc. Es una actividad que sirve para observar las relaciones
entre los jugadores a través del lenguaje corporal. Es importante que él que la paga lleve un
pañuelo atado, por ejem. para que todos le identifiquen. También puede llevar un sombrero y al
que pilla se lo pone.
– fusión corporal: Al son de la música, los participantes se mueven ocupando todo el
espacio de la sala, cuando cesa la música, el animador con voz potente dice: "juntar codo con
codo con el compañero más cercano". Inmediatamente, el animador vuelve a poner la música de
nuevo por lo que los participantes comienzan a moverse por la sala sin seguir un recorrido fijo.
El animador para la música dando una nueva consigna: "ahora, juntar nariz con nariz... (o
cualquier parte del cuerpo), y así sucesivamente. Se pueden sumar partes del cuerpo a las
anteriores, por ejem. juntar codo con codo, nariz con nariz y pierna izda. con pierna dcha.
Cuando ya están los participantes inmersos en el juego se pueden juntar por tríos, cuartetos y...
¡al final todo el grupo!.
- firmar con nuestro cuerpo, con partes de nuestro cuerpo, escribir palabras en el
aire: nuestro nombre, palabras relacionadas con: la paz con el miedo las peleas el amor los
enfados la risa rechazos (tú no juegas) lloros y enfados besos amenazas regalos líos y engaños
gritos caricias envidia rabía ternura las guerras compartir ayudarnos pobreza TODO ELLO ES
HUMANO... ¿Y? (música suave de fondo)
– la máquina de escribir: sentados todos en dos o tres filas, cada chaval representa una
tecla de una máquina de escribir. Por tanto, cada uno representa una letra o dos, dependiendo del
número de alumnos, para poder completar el abecedario. Inventan entre todos una frase. El
animador o un participante, comienza a teclear imaginariamente dicha frase, los alumnos se
levantan, cada uno en el momento que se corresponde con su o sus letras, y se vuelven a sentar.
Cuando acaba de escribirse una palabra todos han de levantarse y sentarse. Para que pueda salir
bien, todos deben ir diciendo y siguiendo mentalmente la frase. El animador puede ayudar
mirando al que le corresponda levantarse en cada momento. El juego se puede complicar,
introduciendo alumnos que representen acentos, las comas o los puntos, y sin la ayuda de la
mirada del animador. Con los más pequeños podemos teclear palabras.
– cruzamos el río: Imaginamos en el espacio un río con ambas riberas (lo podemos dibujar
en el suelo o figurar con cinta, cuerda, etc.). Mediante unos círculos de cartulina simularemos
las piedras que forman un "arriesgado" camino para cruzarlo. Los niños se reparten en dos
grupos. Un grupo inicia el juego atravesando el río en un sentido y el otro desde el otro lado.
Uno detrás de otro, los niños cruzan el río utilizando para ello las piedras que se les antoje sin
perder el equilibrio y ayudándose unos a otros.
– desplumar al pájaro: Todos los participantes se colocan pinzas en la ropa como ellos
quieran. Cuando la música comienza tratarán de quitárselas unos a otros evitando que les quiten
las suyas y se las colocan en su ropa.
En lugar de ponerse las pinzas, las tiran a una caja. El juego acaba cuando ya nadie lleva pinzas.
Otra variación es que cada uno se llene de pinzas de un solo color. También en lugar de quitarse
todos las pinzas, sólo las quita uno, que es el que la paga, e intenta conseguir una “pluma” de
cada “pájaro”
Es un juego divertido y aunque puede derivar hacia la agresividad, es una buena ocasión para
tratar este tema con los chavales
– golpes y carantoñas: los jugadores caminan por el espacio. A la palmada, todos se
dirigen al centro, donde se producirá una de dos situaciones, según lo que diga el animador. O
bien, habrá que golpear a cámara lenta a los demás, buscando golpes «originales» , nada de
violencia barata, o bien habrá que realizar todo tipo de «mimos y cariñitos» a cámara rápida. A
la palmada, hay que volver a caminar, y vuelta a empezar
– calzar las sillas: Previamente se colocan dos sillas por cada grupo de cuatro personas, se
vendan los ojos con los pañuelos y se descalzan, el animador mezcla los zapatos de cada grupo
en un montón y a una señal comienzan a calzar las sillas colocando los pares correctamente en
cada una de las patas, sin hablar. El grupo no ha acabado el juego hasta que todas las patas estén
con los zapatos colocados, para ello es necesario colaborar, no puede uno acabar solo
En lugar de dos sillas por grupo de chavales, puede haber una e incluso cuatro
Es un juego cooperativo, el grupo no acaba hasta que sus sillas estén correctamente calzadas, es
necesario trabajar en equipo y sin hablar
– coches de choque: Los participantes ocupan el espacio. En un primer momento,
estando de pie, imitan un coche con su cuerpo y su voz. A una indicación del monitor los coches
comienzan a desplazarse por la sala. Cuando dos se encuentran, llegan lo más cerca posible,
pero se esquivan. Hay que tratar de evitar el contacto corporal. En una segunda fase los coches
chocan. Ir proponiendo variaciones en el ritmo, de rápido a lento, hasta llegar al movimiento
ralentizado
– CFTL (cosquillas, frotación, transporte y lucha): Los miembros dl grupo
van paseando por el espacio, a una orden del animador se juntan por parejas ( tiene que ser la
persona más cercana, sin elegir previamente ) y si la orden es "cosquillas" pues se hacen
cosquillas, vuelven a pasear por el espacio, a una palmada del animador y cuando escuchen otra
consigna, la realizan pero siempre sin elegir pareja, al azar.
A la orden de "frotación" se masajean, a la orden de "transporte" uno carga con el otro y
viceversa (idear distintas formas de transportar al compañero), a la orden "lucha" la pareja
comienza a luchar. Pueden inventarse nuevas consignas y propuestas, por ejemplo : peinarnos
con los dedos, etc
– sogatira
– las sillas (tradicional) y las sillas cooperativas (jugar a los dos
juegos y comprobar cómo nos sentimos): las sillas cooperativas
Se trata de una variante del juego de las sillas tradicionales pero en lugar de eliminar a la persona
que no consigue sentarse, ésta se sienta encima de un compañero. Para comenzar se colocan en
un círculo las sillas. Al reducir el nº de sillas en cada parada de la música, es necesario que los
que se sienten ayuden a los demás. Una vez que el nº de sillas disminuye tanto que no caben
todos los participantes, se pueden ir añadiendo sillas en cada parada hasta que cada participante
tenga una. En lugar de sillas pueden utilizarse aros. Es muy divertido y al no eliminar a nadie
favorece la cooperación y la unión entre el grupo. Tiene muchas posibilidades ya que,
dependiendo de la música que se utilice, la edad, el nº de jugadores y la forma de hacer los
desplazamientos (marcha, carrera, hacia atrás, a la pata coja...), se puede utilizar para lograr
objetivos diversos sin perder la cooperación
– el escondite solidario (o sardinas en lata): Al contrario que en el tradicional
juego del escondite, en éste, el que la paga se esconde. Los demás jugadores cuentan y luego
van en busca del escondido. Lo hacen individualmente o en pequeños grupos y cuando
encuentran al escondido se quedan con él escondidos también. El juego termina cuando el
último encuentra a todo el grupo escondido. Este juego también se conoce como “Las sardinas
en lata”. Variación: que el que se esconde deje alguna pista. Este juego favorece la
colaboración, la complicidad y el contacto corporal, es muy divertido
2. Juegos para jugar y pensar :
– esto no es... esto es... (partir de objetos bélicos, los
transformamos de forma divertida y creativa): Sentados en un círculo el
animador muestra el objeto (ejem. Una pistola) y lo presenta diciendo: “esto no es una pistola, es
un teléfono” y gesticula imitando un teléfono. Se pasa a la persona de al lado y ésta a su vez
inventa: “esto no es un teléfono, es una aspiradora” y gesticula, así hasta que todos hayamos
participado. Hacer otra ronda con un objeto distinto, por ejem. Un pañuelo. También podemos
inventar situaciones, ejem: “esto no es una habitación, es un barco y vamos de crucero”. Es un
juego que sirve para favorecer la creación de ambientes y situaciones dramáticas partiendo de
materiales al alcance de cualquiera. Es muy interesante utilizarlo como actividad para crear a
partir de lo que ya existe y no nos gusta, por ejem. Transformar las armas de guerra en objetos no
bélicos y divertidos
– yo llevo una maleta cargada con... (objetos, sentimientos, ideas,
propuestas de paz, etc.). Trabajar primero por parejas con un tiempo límite
– rueda con las cabezas hacia adentro: imitando a las ovejas en el campo
alrededor de un árbol cuando hace mucho calor, nos tumbamos en el suelo en círculo con las
cabezas hacia dentro - y si el grupo no es muy grande juntando cabeza con cabeza como si
fuéramos los radios de una rueda de carro – en esta posición nos ponemos a pensar y charramos
– la máquina: El animador explica que cada participante es la pieza de una máquina para
cambiar cosas que no nos gustan, puede existir o inventarla los chavales que han de irse
colocando uno a uno de tal manera que una pieza encaje con otra hasta que todos los
participantes estén colocados y formen la máquina. Cuando la máquina está construida,
comienza a funcionar. Después cada uno dice qué pieza es y cuál es su función. Este juego sirve
para trabajar la capacidad imaginativa y de adaptación
– la escultura (o el hombrecito-masa o de plastilina): Por parejas: uno es
el que modela y el otro plastilina. El modelador coloca al jugador de plastilina en las posiciones
que desee teniendo en cuenta su flexibilidad y el equilibrio postural. Todo esto poco a poco.
Antes de este ejercicio es conveniente hacer alguno de relajación
– estatuas por tríos: Se colocan por tríos. Primero uno del trío se pone el antifaz,
después otro se coloca en una posición estática, en forma de estatua, por ejem. imitando a un
personaje, el tercero debe ser colocado en la misma posición que “la estatua” por el que lleva el
antifaz, esto debe hacerlo palpándole y sin hablar. Se cambian los papeles y comienzan de
nuevo. La mitad del grupo observa al resto. Al final del juego pueden dibujar las estatuas,
buscar personajes de la actualidad que les evoque cada estatua, escribir un cuento, etc. Otra
variación es el juego "Estatuas" en el que se colocan por parejas, uno se tapa los ojos y el otro es
la estatua y se coloca en una posición estática. Su pareja, con la venda en los ojos, debe imitar
la misma postura que su compañero ha puesto mediante el conocimiento de su posición a través
del tacto. Es un juego interesante para aquellos chavales que les resulta difícil tocar y ser
tocados. Realizar los tríos aleatoriamente pues tienden a agruparse con sus amigos.
– improvisación dirigida (preparando una secuencia de acciones
relacionadas con el tema de la paz): Proponemos como ejemplo un texto
basado en el cuento de «Elmer, el elefante de colores», de David Mckee para trabajar la
actividad que el animador contará a la vez que puede ir dramatizando con los chavales. Le
corresponderá crear por medio de silencios, subidas o bajadas de voz el clima más favorable para
la expresión del grupo.
“Había una vez un grupo de elefantes grises que andaban con sus fuertes patas por la selva...
¡PUM! ¡pum!. Todos eran grises menos Elmer que era diferente. Elmer tenía la piel llena de
colores, con su trompa se tocaba los colores: amarillo, naranja, rojo, rosa, morado, azul, verde,
negro y blanco...
Una noche Elmer se acostó sobre la hierba a dormir y cuando se levantó pensó que no quería ser
diferente, estaba muy cansado y se fue caminando por la selva, muy triste. Caminó, caminó
hasta que encontró un gran charco de barro donde se rebozó bien hasta que consiguió tener la
piel gris como los demás elefantes. Volvió a su pradera muy contento pero todos se habían ido,
ahora estaba solo de verdad. Sintió hambre y fue a comer hojas a los árboles cercanos y... ¡allí
estaban sus amigos!.
Gritó: ¡eh! ¡eh! y nadie le reconocía. Empezó a llorar y después le dió por reír, no sabía qué
hacer... entonces los demás elefantes le llamaron “¡Elmer!, ¡Elmer!” le habían descubierto al oír
su risa. Después empezó a llover muy fuerte: ¡pis-pas! ¡pis-pas! ¡flops! ¡flops! Y se mojaron
tanto, tanto que a Elmer se le fue todo el barro y se volvió de colores otra vez. Todos se pusieron
muy contentos ¡yuhuuuuuuu!, y también Elmer que empezó a bailar como un loco al ver que sus
amigos le querían tal y como era”
Este ejercicio agrada mucho a niños y mayores. Es conveniente realizar el ejercicio a la vez que
los participantes, sobre todo si son pequeños, pues favorecemos la desinhibición y la capacidad
de sugestión.
– tambor mágico (Dramatización dirigida, por la Paz): El animador
presenta el instrumento de percusión al grupo diciendo que es un tambor mágico, pues solamente
la gente se puede mover mientras que oigan su sonido, cuando cese quedarán inmovilizados.
Golpea el tambor para comprobar la reacción del grupo. A continuación golpea el tambor con
diferentes intensidades y ritmos, el grupo responde con movimientos espontáneos al estímulo
sonoro. Seguidamente, el animador va dando consignas para el movimiento: moveos como... si
estuvieseis muy tristes, como si tuviéseis mucha hambre, como si fueseis ricos y famosos... como
si fueseis de piedra, como si fuerais juncos, etc. rápidamente, lentamente... separando lo más
posible todas las partes del cuerpo y viceversa, en líneas rectas, quebradas, espirales, curvas...
como si estuvieseis enfadados, como si os hicieran cosquillas
– cinco lugares, con espacios sobre estar en Paz o no, emociones,
sentimientos... Se delimita el espacio en cinco lugares con la tiza o la cinta adhesiva de
esta manera: cuatro rectángulos equivalentes con un círculo central en medio. A cada uno de
estos lugares corresponde una consigna: en el primero se abrazan, en el segundo están enfadados,
en el tercero cantan y en el cuarto lloran, ; en cuanto al círculo central, es el lugar de silencio
absoluto. El juego consiste en desplazarse continuamente entre estos cinco lugares respetando
las consignas. El interés del círculo central, como lugar de silencio, reside en el hecho de que
permite una comunicación con todos los demás espacios: puede ser punto de partida y llegada,
también etapa de transición. Al principio con los más pequeños se dividirá el espacio en dos
lugares: risas y lloros, besos y lucha , grito y canto, etc.
– mensaje mímico: Los participantes se colocan en fila de uno bien ordenada, de manera
que les sea imposible ver al compañero que tienen a su espalda. El último de la fila percute en la
espalda del niño que tiene delante, éste se gira y lo observa. El primero realiza entonces dos o
tres movimientos o, simplemente, adopta una posición corporal improvisada. Cuando termina, el
que observa percute en la espalda del compañero de delante y le transmite los gestos o las
acciones que ha visto. el juego se desarrolla así sucesivamente hasta llegar al primero de la fila
quién ejecutará, a su vez, los gestos delante del último, o sea, quién los ha improvisado. Acto
seguido el último jugador se coloca en el primer puesto de la fila. Se recomienda que la fila no
exceda de 10 niños. Este juego es divertido tanto para quién lo ejecuta como para quien lo
observa; por lo tanto es aconsejable formar dos o más grupos, uno lo realiza y los otros son
espectadores. A los niños más pequeños se les pedirán gestos muy simples, una o dos posturas
serán suficientes.
– mimo en cadena – el relevo (sobre la Paz, situaciones de la vida
cotidiana, ejem. enfados en el deporte): donde un niño hace mimo sobre una
acción y otro que le observa le imita, y el siguiente lo mismo encadenando las intervenciones, en
el espacio se encuentran los dos primeros, el resto fuera sin poder observar la escena, de esta
forma los observadores pueden apreciar la variación del mimo
– palabras para hacer mimo: metemos en una bolsa palabras relacionadas con la paz,
el conflicto, la pobreza, situaciones cotidianas que vivimos... alguien hace mimo de la acción, los
demás tienen que adivinar la palabra
– fotos de noticias (a partir de noticias de los periódicos,
revistas...): por grupos, y con nuestros cuerpos, reconstruimos las escenas de lo que hemos
leído. Desarrollamos la acción en el tiempo futuro y en el pasado
– escenas a partir de sucesos (reales o imaginados)
– cámara lenta (desarrollo de acciones a partir de fotos o escenas)
– álbum de fotos y pinturas: entre todos realizamos un álbum con fotos de las
situaciones representadas
3. Y más actividades:
• hoja de los círculos (creatividad): dibujamos muchos círculos en un folio, en
papel de embalar o... ¡en el suelo con tizas!. Partiendo de los círculos crear lo que se nos ocurra,
cosas relacionadas con el buen y el mal rollo
• dibujo absurdo: a partir de un dibujo de un objeto bélico, o un trozo de él, transformarlo
• teatro-forum: creado por Boal (1980) basado en la creación colectiva. Se desarrolla en
Sudamérica bajo los regímenes dictatoriales de los 70.
Las obras representan las inquietudes, problemas y aspiraciones de la comunidad a la que
van dirigidas. Para hacer este análisis primero se entrevista a los futuros espectadores. Esta
metodología está relacionada con la del autor, director y actor italiano Darío Fo. Una vez creado
el espectáculo los espectadores pueden participar aportando sus ideas al conflicto que se plantea
en la obra. Se utiliza el teatro para concienciar social y políticamente a las personas de la
comunidad..
El teatro-forum en la escuela ofrece un acceso fácil y lúdico al diálogo, permite a los
alumnos participar sobre los temas que les conciernen y motivan. Durante la adolescencia, el
alumno con frecuencia está en desacuerdo consigo mismo y con su entorno. La práctica del
teatro-forum le ofrece la posibilidad de hablar de sus problemas y sus relaciones conflictivas con
el mundo, a fin de aprender a resolverlos por sí mismo y con su grupo. El teatro del oprimido
ofrece un proceso de exploración completo y rico en enseñanza, recurriendo a múltiples medios
de expresión tales como la imagen, los diarios, las fotonovelas, el canto, la danza, la expresión
corporal. Tantos elementos motivadores van a permitir interpretar la realidad con el fin de
comenzar una discusión real entre los participantes y de hacer que nazca una reflexión crítica.
• teatro periodístico: el material del que se parte es la prensa, aunque también se suelen
utilizar revistas, folletos, grabaciones de televisión, etc. Boal es su creador.
Este tipo de teatro es uno de los procedimientos más adecuados para tratar las cuestiones
locales, nacionales e internacionales: desde el análisis de un conflicto en laboral a un escándalo
financiero pasando por toda la gama de situaciones conflictivas que afectan a una comunidad
• teatro-imagen. Es otra de las modalidades desarrolladas en el teatro del oprimido de
Augusto Boal. Llamado al principio “teatro estatua”.
Hay un animador cuyo papel es motivar y dirigir la representación, se ocupa de la forma a
representar a través de los jugadores. Esta primera escultura ofrece una visión psicológica de la
opresión y el animador da la señal para iniciar el debate. Después, en silencio, cada participante
puede modificar parcial o completamente las estatuas hasta que el conjunto sea aceptado por
todos, representando así la imagen colectiva real. Esta representación ofrece una visión social de
la opresión.
El animador vigilará que la imagen no muestre sólo los efectos de la opresión sino también,
y sobre todo, las causas. La imagen debe mostrar ambos polos del conflicto a fin de que los
participantes puedan entender bien cuál es el origen para, de este modo, proponer soluciones.
Otro escultor realiza otro conjunto de estatuas, que ofrecen su solución ideal al problema
planteado. La fase de la dinamización va a mostrar cómo es posible pasar de la imagen real
colectiva (opresiva) a la imagen ideal. Cada participante tiene la posibilidad de proponer su
imagen de transición, sin utilizar indicaciones verbales.
El método Boal es universal y operativo en cualquier contexto y con cualquier tema, sin
importar el lugar, en tanto que haya opresión o necesidad de cambio.
En el medio escolar o en el de la intervención sociocultural, una sesión de teatro-imagen
necesita sólo un espacio vacio. Al proponer un enfoque globalizador, su estructura ofrece a los
participantes una puesta en escena fácil. Al reconocerse mediante las ilustraciones de
personajes, los asistentes participan espontáneamente. Utilizado al principio de un proceso
teatral, el teatro imagen permite una apropiación progresiva del lenguaje dramático.
• teatro-invisible: es otra de las formas teatrales desarrolladas por Boal. En esencia
consiste en una improvisación realizada por parte de unos actores ante un grupo de personas, que
deben ignorar hasta el final que forman parte de un juego teatral para evitar que se conviertan en
“espectadores”. Es otra de las propuestas de concienciación ante la represión de los regímenes
dictatoriales en Sudamérica, en 1971 comienzan a ponerlo en práctica en Argentina en los trenes
y en la puerta de los grandes almacenes.
Practicado en el recinto de la escuela, es apto para provocar el diálogo que desbloquea en
ocasiones las situaciones conflictivas
• match de improvisación: sobre temas de Paz y Guerra, sobre el conflicto,
situaciones cotidianas.
• conversaciones con teatro de objetos bélicos (o no):
«En el juego dirigido se pueden reconstruir conflictos de dentro y fuera del grupo infantil.
Los jugadores realizan la experiencia de la actuación del conflicto y se ven obligados a tomar
decisiones. La “casi realidad” del juego hace más fácil la decisión. Las situaciones de conflicto
pueden modificarse. ¿Qué habría pasado si te hubieras comportado de este o de este otro modo?
¿Probamos una vez esta solución? ¿Cómo ha sido la experiencia del juego? Los jugadores se
trasladan mentalmente al “papel” de sus compañeros. Los observadores se identifican con los
intérpretes y proponen soluciones a los conflictos».
Si tenéis alguna sugerencia o queréis compartir experiencias,
material, dudas, anécdotas… no dudéis en escribirme a la
dirección de correo: mluisa.aznar@terra.es, me encantaría saber
que somos más.
Una bonita historia
Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a
encontrar los medios para aminorarlos. Pasaba días en su laboratorio en busca de
respuestas para sus dudas.
Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar. El
científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.
Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el
objetivo de distraer su atención.
De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo
lo que precisaba. Con unas tijeras recorto el mapa en varios pedazos y junto con un
rollo de cinta se lo entrego a su hijo diciendo:
"Como te gustan los rompecabezas, te voy a dar el mundo todo roto para que lo
repares sin ayuda de nadie".
Entonces calculo que al pequeño le llevaría 10 días componer el mapa, pero no fue
así.
Pasadas algunas horas, escucho la voz del niño que lo llamaba "Papa, papa, ya hice
todo, conseguí terminarlo".
Al principio el padre no creyó en el niño. Pensó que seria imposible que, a su edad
hubiera conseguido recomponer un mapa que jamás había visto antes.
Desconfiado, el científico levanto la vista de sus anotaciones con la certeza de que
vería el trabajo digno de un niño. Para su sorpresa, el mapa estaba completo. Todos
los pedazos habían sido colocados en sus debidos lugares.
¿Cómo era posible? ¿Cómo el niño había sido capaz? De esta manera, el padre
preguntó con asombro a su hijo:
• "Hijito, tu no sabías como era el mundo, ¿Cómo lo lograste?"
- "Papa, respondió el niño; yo no sabía como era el mundo, pero cuando sacaste el
mapa de la revista para recortarlo, vi que del otro lado estaba la figura de un
hombre. Así que di vuelta a los recortes y comencé a recomponer al hombre, que sí
sabía como era. Cuando conseguí arreglar al hombre, di vuelta la hoja y vi que
había arreglado al mundo".
Bibliografía recomendada:
• «Juegos de actuación dramática» de Freudenreich y otros (presentación de
experiencias de diversos juegos de actuación, expresión teatral o expresión
dramática en general, juegos de roles) Editorial Interduc/Schroedel, 1979
• «El clown, un navegante de las emociones» de Jesús Jara. Colección «Temas de
Educación Artística». (comprando este libro colaboras con la ONG Payasos sin
fronteras), año 2000
• «El juego dramático en la escuela» de Gerard Faure y Serge Lascar (fichas de
ejercicios), editorial Cincel-Kapelusz, 1981
• «Palabras para la acción» de George Laferrière y Tomás Motos
(Términos de teatro en la Educación y en la Intervención Sociocultural) Editorial
Ñaque, 2003
• «Prácticas de dramatización» de Tomás Motos y Francisco Tejedo (300
ejercicios, 20 textos para dramatizar y unas 200 propuestas de trabajo improvisado
sobre los mismos) Editorial Humanitas, 1987
• «Juegos y deportes cooperativos» de Terry Orlick (desafíos divertidos sin
competición) Editorial Popular, 1978
• «Dramatización y teatro infantil» de Isabel Tejerina (dimensiones
psicopedagógicas y expresivas) Editorial siglo veintiuno, 1994
• «Jugar al juego» de Christine Poulter (100 ejercicios y juegos de dramatización
con orientaciones para animadores, profesores de drama) editorial Ñaque
• «Explorando el Match de improvisación» de Koldovika Vío (invitación a entrar
y disfrutar del mundo del Match, juego teatral colectivo basado en la
improvisación) Editorial Ñaque, 1996

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